Con bajos volúmenes de captura y dificultades para comercializar el producto inició la temperada de captura de camarón 2025-2026 en la zona norte, lo cual es poco alentador para los pescadores ribereños, informó Leonel Sánchez Cota.
Aunque en general calificó el arranque como “de regular a malo”, el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Norte de Sinaloa y Sur de Sonora, señaló que los resultados han sido muy variables entre las distintas zonas de pesca.
“Está muy variable. Por ejemplo, en El Colorado hubo algo de camarón, en Topolobampo también, Bahía de Ohuira, Tocolobampo. Pero en otros puntos como Jitzámuri fue muy poco. Y hay zonas como Las Lajitas donde no hay nada, no me traen nada”, detalló.
Precisó que los reportes promedio de captura por embarcación oscilan entre los 40 y 80 kilogramos, en su mayoría de camarón mediano a pequeño, lo cual no representa una producción rentable para los pescadores.
“En Colorado están sacando de 50 a 60 kilos; en la Bahía de Huira, hasta 80 kilos, pero es camarón chico. Para ser el primer o segundo día, ya sabíamos que venía mal”, agregó.
Mal cierre de veda
El líder pesquero fue enfático al señalar que uno de los principales factores que ha afectado la reproducción y disponibilidad del camarón es el manejo inadecuado de las vedas por parte de las autoridades pesqueras.
“Lo que falló fue el cierre de la veda. La hicieron hasta en abril, muy tarde. Sacan los reproductores cuando están en la etapa de huevo. Así no se puede”, denunció.
Aunado a los bajos volúmenes, señaló que existen serias dificultades para comercializar el camarón capturado, debido a la presencia de intermediarios y coyotaje, lo que impide a los pescadores obtener un precio justo por su producto.
“No sé qué está pasando, pero los coyotes están muy bien organizados. Yo acabo de sacar camarón y batallé mucho para venderlo. Y tengo producto que no he podido colocar”, lamentó.
Por último, Sánchez Cota hizo un llamado urgente a las autoridades para replantear las políticas de manejo de las vedas y la cadena de comercialización, a fin de proteger la economía de las familias pesqueras.




